Verde brillante

Apoyo mis manos en el borde de la ventana.  Como a una adolescente me invade la impaciencia.

Yo vivía muy lejos de aquí.  En una tierra de inviernos azules y veranos verde seco.  En un espacio pequeño que me bastaba.  Estaba a la vista de todos y a la vez aislada.  Muchos me admiraban y me decían cosas hermosas, otros me agredían.  Como les pasa a la mayoría de las chicas de estos tiempos.

Pensaba que era feliz.  Debió haber sido una felicidad pálida y trémula, porque desde el recuerdo no alcanzo a revivirla.

Un día todo cambió.  El lugar, las formas.  De repente ya no estaba en la vidriera.  Y no me cobijaba un espacio estrecho.

Al principio fue doloroso.  No resultó fácil soltar lo que conocía.  Era lo poco que había tenido para sobrevivir y me lo sacaron.  Yo no elegí el cambio y me invadió la tristeza.

Hasta que me cayó la ficha.  Este lugar es grande, soleado, lleno de vida.  Empecé a salir para dar largos paseos y conectarme con la naturaleza.  No era tan malo estar oculta de la mirada de los demás, esta soledad era diferente a la de aquel lugar lejano.

Y un día apareció él en mi ventana.  Me vio e inmediatamente hizo monadas.  Es joven.  Aunque fingió no verme yo no pude evitar admirarlo: tan enérgico, tan viril.

Pasó delante de mi ventana algunos días más, ignorándome.  Hasta que cambió la estrategia y me abordó.  Nuestra sangre se sublevó y el contacto fue inevitable.  Fue hermosa la sensación de los abrazos y los besos repetidos, pude al fin saber lo que se siente cuando las pieles transmiten el caudal de emociones que antes estaban bajo el hielo.

Hace ya un mes que todos los días lo espero apoyada en la ventana.  Cuando llega salimos a pasear en este lugar de verdes brillantes en toda estación.  Ahora veo que esto es ser feliz.

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Aseguran que la mona Cecilia mejora y que “tiene novio”

La chimpancé estuvo depresiva desde que llegó a Brasil. Desde hace unos días comparte tiempo con Marcelino.

Diario Los Andes 28 de agosto de 2017

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¿Te gustó la historia?  Verás que se inspira en un hecho real.

Nos vemos en la próxima.

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